El famosos, lujoso y arrogante barco el Titanic zarpó de Inglaterra en abril de 1912 y se hundió antes de llegar a su destino, en una historia similar a lo que está ocurriendo en esta final al glorioso equipo de los Tigres del Licey.
Y la comparación no es para menos. Lo mostrado por los 21 veces Campeones Nacionales en la Serie Regular y en el primer tercio del Round Robin fue algo fuera de serie y en la semifinal algo sin precedente.
Los bengaleses perdieron su primer juego del Todos contra Todos, pero a partir de ahí impusieron un record histórico de 12 victorias de manera consecutiva. El triunfalismo y la arrogancia se elevaron a su máxima expresión en la más vasta y ganadora legión de fanáticos de toda la República Dominicana. El Licey clasificó a la Serie Final 2016 con solamente 12 partidos jugados y una ventaja de 6.0 juegos sobre el segundo lugar.
Todos pensamos que Licey rompería el record de 14 triunfos en un Round Robin, sin embargo los azules han impuesto un record en el béisbol Otoño-Invernal : ser el equipo que avanza a la Serie Final y mantiene la racha más larga de derrotas (9) entre semifinal y final. La última victoria de los Tigres se remonta al 11 de enero.
Uno entiende que los protagonistas de este evento tuvieron sus malas rachas, han tenido sus momentos de debilidad, sin embargo la historia azul ha estado pletórica de triunfos y más contra los escarlatas, ensañándose y derrotándolos en seis de ocho series finales disputadas.
Licey ganó las anteriores tres finales efectuadas ante el Escogido y el último campeonato rojo a costa de los azules se remonta a un lejano 1988-89, en la gran época dorada de los Gerónimo Berroa, Luis De Los Santos, Nelson Liriano, Rufino Linares. En ese período los escarlatas ganaron tres campeonatos al hilo, cuatro de cinco y estuvieron en las cinco finales. En esa final de 1989 los Leones barrieron en cuatro juegos a Licey.
Olvidando las estadísticas, el pobre trabajo de un relevo que cuando llega al octavo episodio no hay forma de que mantenga la ventaja, de la visible, ahora en mal momento, debilidad dirigencial de Lino Rivera, el pobre juego en conjunto y sobretodo un desgane que se remonta al final del Round Robin (como si se hubieran hartado de ganar).
El triunfalismo, el ganar en el papel sin realizar el primer picheo, han sido parte de las cosas que se han visto contra Licey en esta final. No es ni será la primera vez que en un evento beisbolístico un equipo favorito es arrasado por un contrario aparentemente más débil, pero menos arrogante, más concentrado en el juego y con la paciencia de haber soportado todos los insultos a su dirigente, gerente y cuerpo técnico.
Los Leones deben ganar un partido más para conseguir el campeonato 2015-16, sin embargo nos han dado una cátedra de buen béisbol, de jugar sin presión y de como hundir el barco enemigo.