SAN JUAN DE LA MAGUANA,R.D 25/08/2015
por. Ruben Moreta Periodista y Profesor UASD.
-No son fieras selváticas quienes la atacan. Ni son hienas de sabanas o matorrales quienes la hieren. Y no son extraterrestres o extrañas criaturas diabólicas sus verdugos. Tampoco son distantes o desconocidos los responsables de esta epidemia de violencia contra mujeres en todos los rincones de nuestra media isla.
Se trata de sus propios esposos, exesposos, amantes o examantes, novios o exnovios, quienes en una equivocada forma amatoria están matando a su compañera a cuchilladas o tiros.
Son machos asesinos; malnacidos verdugos; enfermizos bastardos; baladrones indecorosos que apuñalan y perforan con pólvora los cuerpos del ser que dicen amar.
Su obnubilación le impide razonar que el amor puede acabar, y que cuando llega a su fin solo procede la separación amigable sin furia ni arrebato.
Que setenta y tres mujeres hayan sido asesinadas en el primer cuatrimestre de este año nos debe llenar de vergüenza como sociedad y nos reta a hacer los cambios en el modelo social, económico y político patriarcal que reduce a la mujer a un mero objeto sexual, instrumento del hombre; en un ser dependiente, sin alas o con ellas muy cortas.
Los hombres matones no razonan que fueron paridos por una mujer. Definitivamente, los bravucones que matan mujeres rondan la escala zoológica.