SAN JUAN DE LA MAGUANA,R.D 25/08/2015
POR. Roberto Rosado Fernández; PROFESOR UASD, SJM.
-Toda organización cuando se forma, primero crea un sistema de reglas. Esto lo hace como forma de crear la normativa que le permitirá cumplir deberes y saber los derechos que le corresponde a cada quien.
La nación define sus reglas mediante la constitución, documento que regula el comportamiento de cada habitante del país, los que vienen de pasada de otra nación, los extranjeros que viven en el país. Describe el modelo de gobierno, la defensa de la soberanía y los principios por los que se rige el estado que se ha definido.
Inspirado en la ley de leyes, se crean instituciones que a su vez crean LOS REGLAMENTOS QUE SIRVEN DE BASE DE APLICACIÓN DE LA CONSTITUCION Y regula el modo de actuar de acuerdo a la característica de cada una.
Cada miembro de la institución está en el derecho de exigir que se cumpla lo que se establece como regla, pero, más aun en el sagrado deber de cumplir con el rol que le corresponde desempeñar.
Las organizaciones políticas, sociales, culturales, cooperativas, religiosas, de servicios, etc. se rigen por estatuto. Este es el documento fundamental de la organización en lo referente a objetivos, definición, concepción, principios organizativos, normas de vida, disciplina interna y el trabajo de cada estructura del organigrama que compone cada una.
Es un documento que debe ser estudiado por toda la membrecía de la organización, que debe ser aplicado y respetado por los organismos creados y por cada miembro en particular.
Con la aplicación del estatuto las organizaciones se respetan así mismas y se hacen respetar ante los demás, es una forma de mantener en alto los principios que la definen y vigilar el comportamiento de sus miembros como mecanismo de cohesión.
Lo que se define en el estatuto es para todos los organismos que se crean y los miembros en particular, no cumplirlo, abandonar los postulados que le dan origen es una amenaza que degenera la organización, crea anarquía y, hasta puede provocar su desaparición.
El valor del estatuto radica en que uno lo asimile y lo convierta en lo que es, una guía importante para el trabajo cotidiano y un orientador para facilitar la remoción de los elementos nocivos y fortalecer las filas internas para, a su vez, desarrollar un ejercicio de calidad.
En nuestro país se percibe muchas debilidades en el cumplimiento de estas normas. Se nota en los sindicatos, en las organizaciones populares, en los partidos políticos, en los clubes, en fin en la mayoría de las organizaciones que se definen de una manera y su modo de actuar esta a miles de millas de esa definición. La realidad aconseja llamar la atención para que se recobre el derecho de exigir y el deber de hacerlo apegado a lo que se establece como norma interna de cada organización con el nombre de estatuto.