Por: Rubén Moreta
Debo reiterar que he mantenido una oposición cerril y de acero a la pretensión de instalar supermercados de grandes cadenas del país o del exterior en la ciudad de San Juan.
De manera concreta, en al menos tres ocasiones en que se han pretendido establecer aquí sucursales de La Sirena, Plaza Lama y más recientemente de Supermercado Bravo, he alzado mi voz –firme y clara- opuesto a que esos negocios vengan a nuestra ciudad.
Lo hago basado en tres razones: 1. porque desplazarían a los empresarios sanjuaneros de ese renglón; 2. quebrarían muchos comerciantes detallistas de los barrios y 3. las ganancias que obtengan se retornarían a Santo Domingo, donde viven los dueños, sin que esos capitales se puedan reinvertir en el patio.
Por mi postura en defensa de los empresarios sanjuaneros, me creo tener el aval moral para hacerle cualquier crítica -con raíz constructiva- a los propietarios y administradores de Supermercados de San Juan de la Maguana. A ellos -sin tapujos- les reprocho el descuido de sus responsabilidades por el permanente desabasteciendo de productos en sus mostradores.
Los supermercados principales de San Juan están tardando varios días, a veces semanas y hasta meses para reponer determinados productos en sus góndolas. Eso es inaceptable e inexcusable. Es descuido y negligencia.
Los dueños de Súper deben recordar que hay que satisfacer al cliente siempre, y que los consumidores van a comprar, no a mendigar que le regalen o que le hagan un favor.
La semana pasada me atrapó en uno de los pasillos del principal Súper local una pareja de esposos que estimo mucho, y me dieron tamaña “cuerda” y una “pela de lengua” amistosa, porque no había varios productos alimenticios de determinadas marcas. Me exigieron que “cuidado si yo vuelvo a “fuñir” con querer impedir que se instale en San Juan cualquier cadena de supermercado”.
Un día después comprobé que son muchos los sanjuaneros que viajan a Baní a hacer compras a dos supermercados de esas grandes cadenas, por las falencias que presentan los negocios de ese tipo en San Juan.
Se difunde por redes sociales una campaña de estampado de firmas pidiéndole a los dueños de Supermercado Bravo que instalen una sucursal en San Juan.
Reitero hoy mi total y pétrea oposición a ese proyecto, pero le exijo a los dueños y/o accionistas de Súper locales que se pongan las pilas y se enfoquen en su negocio. Si tienen algún gerente encargado de compra y reposición quítenlo, porque no está haciendo bien su trabajo. Si no tienen uno, desígnenlo ya mismo. Pero resuelvan esta crisis antes de que sea tarde. Guerra avisada no mata soldado.
El autor es Periodista.