SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader y la alcaldesa Carolina Mejía entregaron la tercera y última etapa de la readecuación de la calle París, una de las vías más concurridas de la capital.
La fundación del exalcalde David Collado entregó la primera parte a un costo de 202 millones de pesos, con fondos del sector privado. Para esta ocasión se intervinieron 1.4 kilómetros, desde la Calle José Martí hasta la Calle Josefa Brea, con una inversión de 309 millones, para un total de 511 millones de pesos.
Las labores de la Alcaldía capitalina abarcaron el remozamiento de las aceras y rampas, colocación de adoquines, tubería para el drenaje sanitario y pluvial, mobiliario urbano e iluminación de la zona.
Mejía explicó que se construyeron 246 estaciones de buhoneros, de los cuales, 60 fueron en el Paseo de la calle París, 72 en el Paseo de la Duarte y 54 en el de la Música. También, se colocaron 39 cámaras de vigilancia y cinco megáfonos.
Además, se reorganizó el sistema eléctrico y cableado de manera soterrada, que ha generado un impacto positivo y en los comerciantes y los residentes de los sectores cercanos.
Las casetas de los comerciantes fueron divididas por áreas para habilitar los de la París, de la Duarte, de la Lectura y Paseo de la Música.
Mejía definió el proyecto como su prioridad, con el que buscaron dignificar los trabajos de los comerciantes y devolver el orgullo a los capitaleños.
Las autoridades, asimismo, construyeron un edificio de más de 400 metros cuadrados en la calle Jacinto de la Concha esquina París, donde operarán las oficinas de Aseo Urbano, Espacio Público, Policía Municipal, junto a la de la Policía , el Sistema 9-1-1 y la Dirección de Tránsito.
En las vigas del elevado de la 27 de Febrero, muralistas pintaron los rostros de mujeres destacadas en la historia dominicana, como María Montés, Rosa Duarte, Josefa Brea, Mamá Tingó y Concepción Bona, entre otras.
Mejía enfatizó que el compromiso de todos los capitaleños por transformar la ciudad debe estar más fuerte que nunca. «Qué satisfacción hablar de historia, música, lectura y fomento al trabajo digno, en el mismo sitio donde antes se hablaba de caos, violencia e inseguridad. Qué satisfacción transformar el descuido en dignidad, la inseguridad en vigilancia e iluminación».
Abinader dijo que la avenida Duarte era el «símbolo del caos» y que una de las razones por las que pidió a Mejía que optara por la reelección fue para seguir con el embellecimiento de la ciudad.
