Por Rubén Moreta
Los trabajadores dominicanos están reclamando se les devuelva un porcentaje de sus ahorros en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para encarar la crisis económica que viven, junto a sus familias, por el impacto de la pandemia del coronavirus.
Al efecto, un colectivo de diputados ha sometido un anteproyecto de ley para viabilizar que esto se haga. Pero el Gobernador del Banco Central, Héctor Valdés Albizu, quien devenga un salario mensual de RD$ 1,327,585.00 (Un millón trescientos veintisiete mil quinientos ochenta y cinco pesos),ha salido como una “fiera hambrienta en la selva” a advertir que erogar esos fondos “provocaría consecuencias negativas y perversas sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, la estabilidad y el crecimiento económico”.
¡Que exagerado! Ese bárbaro lo dice porque su confinamiento es light, en su mansión con nevera llena.
Valdez Albizu se quitó la correa y comenzó a darnos latigazos, como si fuéramos una sociedad de estúpidos y tarados, por hacer un pedimento de este tipo.
En primer lugar, los fondos de pensiones tienen un único dueño, los trabajadores, y con lo propio, en una sociedad democrática y capitalista, tú lo procura y usas cuando te venga en gana. Lo segundo, erogar esos ahorros, contrario a lo que sostiene el funcionario, sería una fuente dinamizadora de la economía, ralentizada por efecto de la pandemia.
Esos cuartos no se repartirían de golpe y porrazo, sino en sumas parciales durante dos, tres o cuatro meses. Quizás no sea necesario dar el treinta por ciento de todo lo ahorrado, pero se podría reembolsar un quince o veinte por ciento. Otra opción podría ser dar el 30% pero de las ganancias obtenidas desde el inicio de la ley 87-01.
Valdez Albizu debe dejar de estar metiendo miedo, “echando el cuco” a los trabajadores, flagelados por la crisis económica consecuencia de la crisis sanitaria.
Que deje que a los trabajadores les den su cuarto y punto.
El autor es Periodista.