Las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza han informado este viernes de que son ya 35.903 las personas que han muerto y 80.420 las heridas como consecuencia de la cruenta ofensiva del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre.
Se trata de cifras sujetas a cambio ya que, una vez más, el Ministerio de Salud de la Franja ha recordado que varias víctimas siguen bajo los escombros y hay otro nutrido número de cadáveres en las carreteras a los que los equipos de emergencias no pueden acceder debido al bloqueo impuesto por las tropas israelíes.
De acuerdo, con este nuevo parte de las autoridades gazatíes, en la última jornada se ha registrado la muerte de 46 personas, mientras que otras 103 han resultado heridas. Asimismo, denuncian la masacre de cinco familias palestinas.
Por otro lado, la 98ª División de las Fuerzas Armadas israelíes han informado de la muerte de «decenas» de «terroristas» en las últimas horas en operaciones militares en la región de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza.
En la ciudad de Rafá, en el sur del enclave, ha sido «eliminado» un «comando terrorista» que disparó contra los militares. Se ha registrado la zona en busca de armamento e infraestructuras de la «organización terrorista» Hamás que han permitido localizar y destruir refugios del grupo con abundante armamento y explosivos.
La ofensiva contra Rafá fue lanzada el 6 de abril, apenas un día después de que Hamás anunciara que aceptaba una propuesta de acuerdo presentada por Egipto y Qatar, considerada insuficiente por las autoridades israelíes.
Las operaciones militares israelíes permitieron al Ejército hacerse el 7 de mayo con el control del lado palestino del paso fronterizo, suspendiendo la entrada de ayuda humanitaria a través del mismo, lo que ha desatado las alarmas internacionales ante el ahondamiento de la crisis en el enclave.
Este pasado viernes, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel el cese inmediato de sus operaciones en la ciudad al entender que el Ejército israelí no estaba capacitado para garantizar la seguridad de la población palestina ni los cientos de miles de desplazados forzados por la nueva ofensiva.