La Asamblea Nacional Revisora aperturó ayer la última sesión, en la que comenzó el proceso de lectura a los 278 artículos que contiene la nueva modificación constitucional.
En un acto que comenzó pasadas las 3:30 de la tarde, los congresistas se reunieron en el Salón de Asambleas con el objetivo de avanzar los trabajos para culminar este domingo con la proclama de la cuadragésima transformación de la Carta Magna.
Aunque el alto nivel de importancia que requiere esta tarea legislativa, muchos asambleístas se mantuvieron constantemente en un estado de distracción, mientras el bufete directivo realizaba la lección del documento.
Con una asistencia inicial de 19 senadores y 133 diputados, algunos asambleístas incurrieron en acciones que, según el reglamento interno del órgano revisor, no están permitidas.
El artículo 16 de la norma establece varias prohibiciones con el objetivo de mantener el orden, respeto y viabilizar la buena marcha de las reuniones dentro del Salón.
Por lo que, siguiendo estos lineamientos, queda prohibido el uso de teléfonos y celulares, salir del Salón de Asambleas al momento de iniciarse o una vez iniciada la votación, distraer reiteradamente la atención de otros asambleístas, tomar la palabra sin que la Presidencia la haya concedido; entre otros.
Mientras continuaba esta etapa de revisión al contenido de la Constitución, se pudo apreciar constantemente a asambleístas utilizar sus celulares, salir y entrar del salón. Inclusive, la conformación de pequeños grupos dialogando, generando un murmullo, y tomándose fotos.
Otro límite sobrepasado ocurrió en sesiones pasadas, cuando el asambleísta Gustavo Sánchez se colocó la mesa directiva, desde donde la secretaria, Senadora Aracelis Villanueva, tomaba un turno a la palabra, para pedirle que retractara una frase emitida. No obstante, días después el diputado Sánchez pidió disculpas por su actitud.
Además, dentro los casos consagrados también se encuentra proferir alusiones ofensivas, tratar reiteradamente asuntos distintos a la materia en discusión con ánimo de perturbar el desarrollo del debate, dar declaraciones a medios de prensa, votar más de una vez y portar armas.