Por Rubén Moreta
Durante el siglo XIX se produjeron la serie de acontecimientos que definieron la nuestra independencia política y solidificaron nuestra identidad cultural-nacional. Ese siglo se inicia con la Dominación Francesa del 1802-al 1809, y tras la Guerra de Reconquista que dirigieron Juan Sánchez Ramírez y Ciriaco Ramírez, discurre el período denominado España Boba (1809-1821), que redujo la colonia a provincia ultramarina ibérica.
En primero de diciembre del 1821 se produjo la proclamación de nuestra Primera Independencia, conocida como Independencia Efímera, por su brevedad, la cual fue liderada por el Dr. José Núñez de Cáceres. Casi a seguidas, el 9 de Febrero del 1822 se dio la ocupación haitiana de la parte Este de la Española. Jean Pierre Boyer lideró la invasión que produjo la unificación política de la isla bajo el dominio haitiano.
Al momento de la invasión haitiana Juan Pablo Duarte tenía apenas nueve años. Entre 1828 y 1831 Duarte viajó a Estados Unidos y Europa para solidificar su educación, lo que le permitió empaparse y quedar cautivado por los movimientos liberales en auge en esos países, influenciados por las Revoluciones Norteamericana del 1776 y Francesa del 1789.
En Julio del 1838 Duarte funda el primer partido político dominicano, con el nombre de Sociedad Secreta la Trinitaria. Su objetivo: luchar por la Independencia Nacional, que lo representaba la separación de Haití.
En 1840 Duarte fundó dos instrumentos de propaganda y agitación política, que fueron la Sociedad la Filantrópica y la Sociedad la Dramática, dedicadas a la representación artística de obras de teatro.
Duarte hizo alianza estratégica con sectores de Haití interesados en el derrocamiento del gobierno de Boyer. El movimiento la Reforma derrocó en 1843 al odiado dictador e instaló en el poder a Charles Hérard, quien al enterarse de los planes independentistas que venían construyendo los jóvenes trinitarios, liderados por Duarte, dispone su destierro a Curazao en 1843. Este fue su primer exilio forzado.
No estando presente Duarte, Francisco Sánchez del Rosario asumió la dirección de los preparativos independentistas, y junto a otros sectores atraídos como aliados, hacen la proclama de la Independencia Nacional el 27 de Febrero del 1844.
Duarte retornó al país al mes siguiente, el 15 de marzo del 1844, integrándose como vocal de la Junta Central Gubernativa y General del Ejército Dominicano.
Fue propuesto para ocupar la Presidencia del nuevo Estado, pero declinó. Ese fue su gran error, porque los conservadores se adueñaron del poder y eclipsaron a las voces liberales.
Ante los planes del Presidente de la Junta Central Gubernativa Tomás Bobadilla de buscar un Protectorado Francés para la nueva República, Duarte junto a Sánchez encabezaron un golpe de Estado contra Bobadilla y los conservadores de ese órgano de gobierno. Pedro Santana da un contragolpe, toma el poder y expulsa a Duarte y los demás Trinitarios, bajo el infeliz cargo de traición a la patria. Lo destierra a Europa, siendo su segundo exilio.
Luego de estar brevemente en Hamburgo, se radica en Venezuela junto a parte de su familia. Allí permanece desde el 1844 al 1864 (quince años), cuando regresa a nuestro país a enfrentar la infeliz anexión a España que había patrocinado Santana. Retornó al país el 24 de marzo del 1864 y el 7 de junio de ese mismo año es designado por el gobierno restaurador como Cónsul en el Exterior, para buscar ayuda financiera para el nuevo gobierno en armas, que tenía como capital a Santiago.
Duarte se fue y nunca más regresó al país. Murió en la más absoluta pobreza en Venezuela el 15 de julio del 1876.
El legado de este padre fundador es inmenso e imperecedero: nos ilusionó con la libertad; nos legó una patria libre, soberana e independiente; nos legó una nacionalidad.
El autor es Profesor UASD.