El autor es Comunicador
Reside en San Juan de la Maguana
-Hace unos días la prensa nacional recogió una noticia que para mí es muy preocupante, pero que no tuvo una gran connotación porque otros temas sepultaron la misma.
La noticia en cuestión daba cuenta de un cargamento encontrado en una embarcación en un puerto de Haití, en donde se hallaron armas automáticas y miles de pertrechos para las mismas.
El hallazgo de estas armas, produjo la llegada de un alto funcionario del departamento de estado de los EEUU, quien vino a indagar a quien o quienes iban destinados, el contrabando de esas armas de guerra.
El caso de la senadora Sonia Mateo y su botella con agua, unido a la cancelación de las visas a Roberto Rosario, hicieron que esta noticia pasara desapercibida por muchísima personas en la Republica Dominicana.
Haití está próximo a celebrar sus elecciones para escoger su presidente, las armas pudieron muy bien ser utilizadas para crear disturbios en el país o en dado caso armar un revuelta popular desconociendo los resultados de esos comicios.
Esa sería una hipótesis ¿Y si en cambio serían utilizadas para atacar guarniciones dominicanas? ¿Qué estamos haciendo los dominicanos antes esta posible situación? ¿Qué tipos de medidas de seguridad se han tomado a raíz de esta noticia?
Recuerden que para nadie es un secreto que los EEUU le encanta confrontar países para venderle armas a los dos, después cuando ambos se han destruido mediar para que haya paz y luego viene la reconstrucción en donde las licitaciones son ganadas por compañías gringas.
¿Por qué tuvo que venir un peje gordo del departamento de estado de los EEUU a indagar sobre esas armas? ¿Acaso no era responsabilidad de las autoridades haitianas apresar y someter a los responsables de ese contrabando?
Mientras aquí nadie sabe con qué fines se trajeron esas armas al pueblo haitiano, aquí nos entretenemos con una botella con agua y con la cancelación de unas visas a un funcionario electoral.
Acá en mi provincia San Juan, sede de La Tercera Brigada del Ejército Dominicano, se tenía por costumbre en años anteriores sacar los tanques de guerra para calentar sus motores y que sus orugas no sufrieran deterioro, hoy no sabemos si aún pudieran servir en caso de emergencia.
En la azotea del edificio que aloja el destacamento policial, por la parte de La Gobernación Provincial, había una ametralladora anti aérea calibre 50 que fue sacada de allí y nadie sabe qué rumbo tomó.
Me imagino que tal vez fue a parar como chatarra a una fundición, debido a que databa de muchos años, se dice que era desde los tiempos de Trujillo, y creo que ningún militar sabía como operarla, además quizás ya sus balas se echaron a perder, porque nunca fue disparada una de ellas.
Estos ejemplos se los pongo, porque siendo San Juan sede de una brigada del Ejército Dominicano, no estamos preparados antes un posible ataque por parte de milicianos haitianos, que de verdad se están armando a lo callado.
Y digo que se están armando, porque cuando se detiene un cargamento de armas, es porque ya han pasado otros, pasan, porque ese país es muy frágil en todo, en donde no se puede dudar que hayan entrado en el pasado, más armas de guerra.
Recuérdense que Troya fue derrotada porque dejaron penetrar a su ciudad al enemigo camuflajeado en un caballo gigante de madera, hoy tenemos millones de haitianos diseminados en todo el territorio nacional a los cuales hay que prestarle mucha atención.
Otra cosa que hay que tomar en cuenta es, que a los haitianos se les enseña que la isla es única e indivisible, que muchos de ellos tienen un sentimiento muy profundo en contra de la Republica Dominicana.
Con esto no quiero decir que debemos distanciarnos de nuestro vecino, ni que debemos ejecutar una acción bélica en contra de Haití, pero si debemos ser más cautelosos con ellos, porque como dice el refrán, en la confianza, es que está el peligro.