“Con la democracia se come, se educa, se cura.” Raúl Alfonsín.
Por: Vilmania Oviedo López
Periodista – Locutora
Los comicios electorales del recién pasado 18 de febrero 2024 deben llamarnos a una profunda reflexión, no solamente por haber elegido o ratificado las autoridades de los gobiernos municipales, sino también por la baja asistencia de votantes.
Es cierto que en muchas ocasiones como ciudadanos nos dejamos abrumar por la desesperanza y las aplastantes ínfulas de poder de algunos funcionarios en diferentes gobiernos (en los de antes y en los de ahora), sin embargo también es verdadero que votar es un derecho que nos asiste a todos, y es la oportunidad que tenemos de elegir quienes llevarán las riendas de nuestra nación en las diferentes instancias.
Esto significa que emitimos una opinión mediante un voto y que ésta puede resultar aprobada o reprobada, pues la decisión final resulta de la voluntad de la mayoría.
Cuando dejamos de asistir a las urnas ponemos en peligro la democracia y afectamos nuestro derecho de libertad para escoger. Abstenerse de votar es como dejar a lo que “quiera la marea” nuestro propio destino.
Las pasadas elecciones deben ser un llamado de alerta y atención tanto para las autoridades electas como para las que no resultaron favorecidas, sería una excelente y oportuna iniciativa que en acuerdo multi partidario se realicen campañas de educación y concientización sobre la importancia del voto para la gobernabilidad y estabilidad del país.
Perder la democracia por la indiferencia, la desesperanza y la frialdad, es desperdiciar la libertad que nos heredaron Duarte, Sánchez y Mella, por la cual lucharon y dejaron sangre, dinero, sudor y lágrimas, libertad que en varias contiendas tuvo que ser defendida por héroes como Luperón y más adelante Francisco Alberto Caamaño.
”Del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Eso expresa mi idea de la democracia.” Abraham Lincoln.