Rubén Moreta
El Presidente sureño Danilo Medina Sánchez no construirá la carretera San Juan-Santiago, la obra más anhelada por los sanjuaneros por su importancia económica.
Esta vía beneficiaría no solo a San Juan, sino también a los habitantes de Barahona y Neiba, que en dos horas y minutos pudieran llegar a Santiago.
La palabra empeñada una y otra vez con el liderazgo sanjuanero y de Santiago se incumple. Nuevamente se relegan y echan en “saco roto” las demandas de las comunidades sureñas.
Al parecer, la razón de que el Presidente Danilo Medina desistiera de construir la auténtica carretera Cibao-Sur, que es la San Juan-Santiago, es que él cree que no se puede juntar el Cibao con el Sur, porque los cibaeños se adueñarían del sur y tendrían demasiado poder, como lo pensaron los Presidentes Ulises Heureaux (LiLís) y Rafael Trujillo, quienes no quisieron unir la capital del norte, Santiago, con la capital del Sur, San Juan.
A secas, el “hijo predilecto de San Juan” ha tomado la excusa de que no tiene recursos económicos. Pero sí ha buscado préstamos para ejecutar otras obras.
Con la no construcción de la carretera San Juan-Santiago todas las exceptivas se derrumban, un sueño se disipa, un anhelo social sin cristalización, una promesa desvanecida y una ilusión popular que se hizo añicos.
El autor es Periodista y Profesor UASD.