SAN JUAN DE LA MAGUANA,R.D 29/08/2015
POR. DR. SANDY VALDEZ.
1Timoteo 2:5
Vivimos en una sociedad que mide sus resultados en base a lo material, y esa política de vida lleva a muchos a una vida comprometida, que les limita cierta libertad, pero le garantiza cierto estatus, tanto que se acostumbran a "La Deuda"
Dicen los analistas económicos que es el escape para los de escasos recursos alzarse con un estatus al futuro económico, pero no te hablan del estrés que viene en el mismo paquete.
Así que el mundo vive en deuda, y cientos de compañías se dedican a ayudar a personas a salir de sus deudas. La metodología: solo me debes a mí, y yo pago lo que le debes a los demás, no te saldrá más barato, pero nosotros no te vamos a presionar igual que ellos. O sea, no es un camino más corto, sino, de menos estrés, y luce agradable.
Muchas compañías han salido en defensa de los deudores, y eso ha ayudado en su debida medida, pero ha permitido que más gente se meta en deudas, porque cuentan con ellos, o sea, siempre habrá deudas y deudores.
Alarmante es saber que por las imposiciones sociales y los prestamos estatales, un bebe que nace hoy en Rep. Dom. Ya nace debiendo cerca de 2,000 dólares según "The Economist" estamos hablando de casi 80 mil pesos, sin haber participado en esa decisión, ya nacen con deuda.
Parece injusto ¿verdad? Pero esa es la deuda relacionada a las finanzas, más hay otras deudas del alma, ligadas al espíritu, con consecuencias fatales, porque hace mucho tiempo el hombre se convirtió en deudor, y cuando naciste, ya naciste debiendo, y a esa deuda acumulamos las deudas que contrajiste de manera personal, y al sumarlas, estamos hablando de una gran deuda, la cual no tienes medios humanos para saldar.
Pero tampoco las compañías financieras pueden manejar dicha deuda, porque es una deuda del interior, de pecado, y Dios envió el único representante a través del cual puede ser saldada esta deuda, él la pagó por ti, y dijo: acepten mi oferta.
La Metodología: Solo me debes a mí, y yo pago ante Dios…
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador, entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre"1Timoteo 2:5