-Desde el año 1973, el Profesor Arsenio Quevedo ha estado en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), primero como parte del equipo de seguridad de ese partido y luego como dirigente y funcionario de los gobiernos peledeistas.
Este notable educador físico y empresario del transporte nunca ha estado distante de la organización que fundó Juan Bosch, el más ilustre político dominicano del siglo XX. Gran parte de su juventud se la dedicó a ese partido, y eso lo sabe muy bien su compueblano, el Presidente Danilo Medina.
Además, es Arsenio Quevedo el único aliado que en el ramo del transporte tiene el partido oficial como contrapeso a otros caudillos y grupos que viven paralizando antojadizamente el servicio, ya sea haciendo cola a partidos de oposición o como chantaje para lograr ventajas y dádivas del gobierno.
Traigo todo esto a colación porque los dominicanos, y los sanjuaneros en particular, sufrimos del síndrome del olvido. Y la dirigencia del PLD no se debe olvidar de Arsenio Quevedo hoy, cuando es víctima de un grosero plan de descrédito y de una acusación falaz por parte de autoridades del ministerio público, que quieren eliminarlo del transporte organizado de pasajeros.
Al Profesor Quevedo le han fabricado un nauseabundo expediente que persigue su muerte moral y su confinamiento en una mazmorra por veinte o treinta años.
El libreto se ha puesto perfectamente en escena. El Profesor Quevedo lleva ya varias semanas inmerecidamente recluido en una ergástula.
Juan de Dios Ogando, Rolito Capellán, Willian de Oleo, Ramón de la Rosa, Lucía Medina, Radhamés Valenzuela y los otros dirigentes del PLD deben dar la cara por Arsenio Quevedo, porque ese ilustre instructor de artes marciales, dirigente peledeista y líder de UNATRAFIN no es asesino ni ladrón.
El autor es Periodista.
