Por Jesuanny Alcántara
Comunicadora y Locutora, Egresada de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA)
-A lo largo de los años he visto como mi comunidad (Babor Abajo, Las Charcas de María Nova), se sumerge en el olvido, lo que causa mucho pesar y preocupación en quienes de allí venimos. Parece que las autoridades solo abren los ojos en tiempos convenientes.
Son muchos los problemas que presenta mi sector y nadie dice nada, varias son las problemáticas, sin embargo, los años pasan y nadie acciona a favor. Por mencionar algunas de las dificultades, citaré: El asfalto de la carretera que comunica el paraje con El Distrito Municipal, son años de quejas y protestas por parte de los pobladores del referido sector y solo recibimos promesas vanas que desvanecen y quedan sin respuestas al pasar el tiempo, omiten que esta es la única vía que tenemos para poder desarrollar la agricultura y demás actividades agropecuarias y sacarle el mejor provecho.
Por otro lado, destruyen nuestros recursos naturales, en este caso nuestro balneario (La chorrera), el cual era visitado por miles de personas que lo elegían como su lugar favorito para recrearse y darse un chapuzón ante la ola de calor, pero las manos del poderío la destruyeron y nuevamente nadie hizo, ni dijo nada. Hoy día solo se observan escombros y aguas turbias inservibles para el uso humano.
Otra situación que me genera preocupación de igual modo, es La falta de inclusión de los jóvenes comunitarios en campañas y planes de actividades sociales y educativas que los involucren de forma directa, cooperando así con la ocupación de su tiempo de ocio en tareas que los eduquen y los concienticen para un mejor accionar y porvenir.
Por estas y otras razones de igual peso, exijo a las autoridades pertinentes que se saque del hueco del olvido la comunidad que me vio crecer, que se creen oportunidades de superación, crecimiento y desarrollo, no solo para quienes allí habitan, sino también para sus alrededores que de igual forma permanecen en negligencia.