Por: Rubén Moreta
Desoyendo las instrucciones sobre flexibilización adoptadas por las instituciones financieras, recomendadas por la Junta Monetaria y validadas por la Superintendencia de Bancos, las sucursales bancarias que operan en San Juan de la Maguana están FASTIDIANDO, acosando a sus clientes con la cobranza de los préstamos hipotecarios, los comerciales, personales y las tarjetas de créditos.
Las llamadas telefónicas y mensajes odiosamente intimatorios por las redes digitales a los clientes NO CESAN, sembrando angustia y nerviosismo a los deudores atribulados en un confinamiento hogareño que ya sobrepasa los dos meses.
La flexibilización incluye, según se anunció, “la posposición del pago de cuotas, la eliminación del pago mínimo y de la mora sobre las tarjetas de crédito y aumento de límites de montos disponibles, a una tasa del 1%, que podrán usar las familias, para solventar cualquier necesidad médica, inesperada”.
La postergación de pago de cuotas no se está cumpliendo en San Juan. Los deudores están recibiendo emplazamientos de cobro muy molestosos.
Yo exhorto a los gerentes bancarios en San Juan a bajar el chucho, porque “si siguen apretando la tuerca, se puede correr la rosca”.
Si siguen atosigando a los clientes, puede armarse tamaño lío. No enchinchen.
El autor es Periodista.