Rubén Moreta
-La inseguridad es la principal preocupación de los sanjuaneros y dominicanos en general. La sociedad manifiesta una sensación de hartazgo frente a los ataques de los antisociales y la desprotección que le da el Estado a los ciudadanos/as que juraron proteger.
Nadie está seguro ni dentro ni fuera de su casa, porque teme que en cualquier momento pueda ser atacado por un ladrón o asaltante, capaz de despojarte de su teléfono móvil, cartera, prendas, espejuelos, sortija profesional, el vehículo, la motocicleta, la “pasola” o uno “tenis” de marca reconocida.
La inseguridad no es solo un fenómeno de los barrios marginados, sino que en los sectores de clase media y clase alta los asaltos van en aumento. Hoy en restaurantes “chip y caros” también se producen ataques de ladrones y se ensayan nuevas formas delincuenciales como el secuestro expreso.
En las comunidades rurales de San Juan, otrora lugares tranquilos, acostumbrados a la vida simple, el fenómeno delincuencial está pegando muy duro, con robos de cosechas y cuatrerismo. Los agricultores de Chalona, por ejemplo, están “al coger el monte” por el robo de ganado. En este año, denuncian los ganaderos, se han robado más de cien cabezas de ganado. No están quedando en San Juan caballos, porque se lo están robando y vendiendo en Haití a una fábrica de embutidos.
¿Y la Policía qué hace? Muy poco. No hay dudas que el general Virgilio Pacheco Garabitos, Director Regional de la Policía está sacando F en el combate a la delincuencia.
El autor es periodista.