El ex presidente Leonel Fernández hablará hoy al país en uno de los momentos más difíciles de su carrera política.
Asediado por diversos sectores políticos y muchos de sus propios compañeros desde que abandonó el poder, en agosto de 2012, debe trazar hoy una línea clave para su futuro, y en gran medida, para el desenvolvimiento político de la República Dominicana.
Como presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Fernández carga con la responsabilidad de trabajar para preservar la unidad de su organización.
Como ex presidente de la República, y uno de los más influyentes líderes de estos tiempos, carga también con la responsabilidad de trabajar para fortalecer las instituciones nacionales.
Como propulsor principal de la Constitución de 2010, está en el deber de defenderla con un alto sentido de sabiduría política, aún en medio de las intensas presiones a que está sometido.
Fernández tiene sus seguidores, muchos de ellos representan una parte importante de la matrícula del Congreso Nacional. Es parte de la realidad que vive en esta hora crucial de su liderazgo.
Señalado hasta el cansancio de ser enfermizamente ambicioso e insaciable de poder, debe dar las respuestas más convenientes, no para él, su partido o su contraparte el presidente de la República Danilo Medina, en un proceso que ha devenido en una lucha de poder, sino para toda la Nación.
Debe asimismo el ex presidente hablar para la historia.
El país sigue sus movimientos con sumo interés, particularmente desde el pasado 19 de abril, cuando el comité político de su partido ordenó a sus representantes en las cámaras legislativas que reformen la Constitución de la República para restaurar la reelección presidencial consecutiva.
Los ojos del país están puestos sobre Leonel Fernández. Y esta noche tendremos una sesión de escucha activa para saber lo que piensa y dirá a los dominicanos que siguen con atención la situación del PLD como fuerza política que tiene a cargo la administración del Estado dominicano.